Desarrolladora: Silicon Studios
Distribuidora: Nintendo
Dirección: Kensuke Narahara
Producción: Tomoya Asano
Música: Revo
Genero: RPG
Plataforma: Nintendo 3DS
Argumento: Luxendarc vive dominada por la ortodoxia del cristalismo, una religión que adora los cuatro cristales elementales. La vestal del viento Agnés Oblige se ve obligada a dejar su labor de proteger su cristal pues el resto de cristales están siendo consumidos por la oscuridad y provocando el caos en el mundo. Así se topara con Tiz Arrior que ha visto como su pueblo, Norende, ha sido destruido por un haz de luz acabando también con todos sus amigos y su hermano pequeño.
Análisis: Que Bravely Default bebe y mucho de Final Fantasy es un hecho, y eso quiere decir que muchas de sus bondades se han cogido para esta nueva saga. Contamos con unos personajes divertidos e interesantes, con una trama que es mucho mas de lo que parece a primera vista. Hay que reconocer que es un juego que solo por eso engancha y mucho, no obstante llegado a cierto momento quizá cuando las cosas están mas interesantes, una mala decisión en el desarrollo de guion provocan que todo nuestro interés se difumine casi totalmente.
A pesar de lo dicho el Gameplay es excelente y con interesantes novedades en este tipo de juegos. Recorremos Luxendarc y nos enfrentaremos a una gran variedad de enemigos en combates por turnos, los cuales estarán regidos por un sistema de clases que determinaran nuestra habilidades a la hora de pelear. Según combatamos ganemos putos de experiencia y trabajo que mejoraran nuestro nivel de personaje y el nivel de trabajo, hasta ahí nada nuevo bajo el sol.
Cada trabajo nos proporcionara unas habilidades activas y pasivos. Las activas solo serán utilizables mientras tengamos dicha clase y las pasivas bastara con equiparlas para disfrutar de sus ventajas independientemente de la clase que llevemos. Podremos ademas llevar un trabajo secundario que nos proporcionara sus habilidades activas pero no sus atributos de combate, por lo cual deberemos ser listos y saber que clases nos conviene combinar. Ya dentro del combate disfrutaremos de tres habilidades unicas de este juego, Brave, Default y Bravely Second.
Las dos primeras dan una nueva dimensión de combate pues cambian las cosas radicalmente. Brave nos permitirá utilizar turnos futuros hasta un tope de -4, si decidimos gastarlos debemos ser conscientes de que estaremos varios turnos sin atacar hasta que nuestros puntos Brave alcancen el 0. Si usamos Default nos protegeremos por lo que recibiremos menos daños, nos permitirá subir nuestro contador hasta 3 pudiendo realizar así 4 ataques normales en un turno, o habilidades que consuman varios de estos puntos. Por ultimo nos queda Bravely Second, una suerte de habilidad que parara el tiempo, se olvidan los turnos atacamos a saco y podremos realizar mas de 9999 puntos de daño. Esta chetada es limitada y solo podremos conseguir varias comprándolas con dinero real o jugando muchas horas.
El apartado técnico es sobresaliente. Nuestros héroes tendrán cierto look de monigote, sin nariz pero muy expresivos. Luxendarc es bastante grande y nos toparemos con el típico mapa con sus montañas infranqueables, llanuras, bosques, desiertos, océanos, nada que no se haya visto ya en un Final Fantasy o Dragon Quest. Este estilo gráfico sienta muy bien y encaja perfectamente en una portátil sin llevarla al tope pero demostrando de lo que es capaz.
Cuando se le va a dedicar a un juego tantas horas el apartado sonoro hay que cuidarlo mucho. Se deben crear canciones pegadizas que no rallantes, y que no quieras parar de oír. Eso tiene Bravely Default, una banda sonora brillante con temas realmente épicos y con un doblaje ingles excelente que nos acompañara toda la aventura.
Estamos ante sin lugar a dudas un imprescindible de 3DS, una trama que engancha, personajes divertidos, un gameplay espectacular. Todo eso no puede quedar empañado por sus fallos que a pesar de doler alguno podemos olvidarlo a merced de todo lo bueno que este cartucho atesora. Hasta aquí llegamos hoy, pronto nos veremos con mas y mejor, hasta la próxima.
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