Mujeres

Ya son muchas las entradas que he realizado al cabo de estos meses, y estoy convencido de que ninguna es tan difícil, ni me pueden caer tantos palos por hacerla como esta. Pero a pesar de eso y como me gustan los retos aceptare el desafió, y para las que deseéis matarme quiero que sepáis que corro muy rápido, así que jamas podréis atraparme. Comenzamos con las Mujeres.

Como en muchas otras cosas cuando a nosotros los hombres nos educan desde pequeñitos se nos dice los siguiente: Las niñas son seres delicados, no debes ser malo con ellas ni tratarlas mal por que no esta bien, debes ser un caballero. Todas palabras muy bonitas de modo que nos parezcan como flores. Preciosas, delicadas, sensibles y que necesitan mucha agua, osea cuidados. Lo que no nos dicen, y siempre aprenderemos por las malas, es que esas frágiles flores se defienden muy bien sólitas, solo aparentan ser delicadas y como las trates mal no dudaran en clavarte sus espinas hasta que acabes desangrado.

Parece mentira que todos y cada uno de nosotros hayamos nacido de una pues somos incapaces de comprenderlas del todo, si podremos conocerlas, quererlas, ganarnos su cariño pero jamas entenderemos su lógica, y para colmo ellas con un simple vistazo sabrán las nuestras. Uno a veces no sabe si no las entendemos por que somos unos torpes o directamente no las entendemos por que ellas mismas no se entienden. No obstante diremos que es lo primero, a nadie le gustan las espinas cuando la carne que desgarran es la propia.

Y a pesar de ese no entendimiento, de la contradicción que se produce entre lo enseñado y lo aprendido, cada vez uno se siente mas atraído por ellas. Por sus formas, por sus voces, por las maneras que tienen de moverse, por que siempre huelen bien y sobre todo por que no podemos vivir sin ellas. Nos complican la vida de modos inimaginables, nos harán sufrir como en venganza de lo que ellas pueden hacer y nosotros no, pero aun así, aun con todo eso, nos alegran la vida. Una simple sonrisa de ellas, aun mas de la que nos gusta o estamos enamorados de verdad, bastara para que nos derrumbemos como si nuestros huesos fueran de goma.

Al final lo que queda claro es que somos mucho mas simples que vosotras, somos incapaces de vislumbrar lo que a veces pasa por vuestras cabezas y mucho menos lo que pasa por vuestros corazones. Pero por lo menos valemos para algo, y es para sacaros alguna sonrisa y así conseguir pasar muy buenos ratos.